domingo, 13 de abril de 2008

MISTERIO


MISTERIO
"Aquellos que dicen que entienden el Ajedrez, no entienden nada."
GM Robert Hubner
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Este juego pertenece a todos los pueblos y a todas las épocas y nadie puede saber de él qué divinidad lo regaló a la Tierra para matar el tedio, aguzar el espíritu y estimular el alma.
Es un pensamiento que no conduce a nada, una matemática que no establece nada, un arte que no deja obra, una arquitectura sin materia. Pero ha demostrado, sin embargo, ser más perdurable, a su modo, que los libros o que cualquier otro monumento.
Pero llamarle juego, ¿no es limitarle injuriosamente? ¿No es también una ciencia, un arte algo sutil que está suspendido entre uno y otro jugador, como el féretro de mahoma entre el cielo y la tierra? El origen del juego del ajedrez se pierde en la noche de los tiempos, y, sin embargo, resulta siempre nuevo; su marcha es mecánica, pero su resultado se debe siempre a la imaginación de los jugadores.
Novela de Ajedrez. Stefan Zwig
¿Qué es el Ajedrez de la Vida?
Un misterio que nadie entiende.

miércoles, 2 de abril de 2008

PSICOLOGÍA-EDUCACIÓN


PSICOLOGÍA-EDUCACIÓN

"Los pasos requeridos para dominar el juego del Ajedrez son semejantes a las técnicas psicoanalíticas."

Sigmund Freud

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Cuentan que el famoso escritor Sinclair Lewis fue un día a la Universidad a dar una conferencia. Al llegar le dijeron que todos ellos estaban contentos por su venida porque todos deseaban ser escritores. El preguntó:

¿De los presentes quién quiere ser escritor?

Todos levantaron la mano.

- Entonces el único consejo que puedo daros es escribid, escribid y escribid.

Y cogiendo los papeles de encima de la mesa se marchó.

La oración de la rana. Antony de Mello.
¿Quiere un consejo para desarrollar sus capacidades personales?
Juegue, juegue y juegue al Ajedrez de la Vida.

SERVICIO




SERVICIO


"Ayudad a vuestras piezas para que vuestras piezas os ayuden."


G.M. Paul Morphy


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Es imposible ayudar a otro sin ayudarse a sí mismo, o dañar a otro sin dañarse a sí mismo.
Nasrudin estaba mascullando algo entre dientes con cara de satisfacción. Un amigo lo vio y le preguntó qué le pasaba.
"Ese imbécil de Ahmed", dijo Nasrudin, "tiene la costumbre de pegarme unas tremendas palmadas en la espalda siempre que me ve. Pues bien, hoy me he puesto en la espalda un cartucho de dinamita bajo la chaqueta, y esta vez, cuando me dé la palmada, la explosión le va a arrancar el brazo."
La oración de la rana. Anthony de Mello
Está claro, ¿no?